De nuestra oficina, un hogar
“Qué fruto da el más pequeño de los espacios si se sabe cuidar con tacto”. -Goethe, Epigramas domésticos.
¿Cómo podemos hacer de nuestra oficina en México un lugar más ameno que invite a trabajar con alegría? ¡Pues habilitando un fantástico lugar de descanso en nuestra azotea!
Desde ayer, nuestros ingenieros chilangos pueden disfrutar de la tranquilidad que se siente tras un trabajo bien hecho en una estupenda zona chill-out.
El ingeniero Tomás Rosado en un tik-tak.
El toldo (el director de desarrollo de negocio de España, Ángel Fernández, nos ha confesado que es igual que la que compró para ir a la playa en familia con su niña África -no sabemos a qué playas va Ángel-) protege del sol despiadado de los mediodías mexicanos. Las palmeras disimulan el concreto y aunque la foto no se ve, el horizonte es Reforma. Allí los ingenieros pueden relajarse y recobrar las fuerzas necesarias para ofrecer a nuestros clientes el mejor servicio.
Sin duda es una gran idea.
En Sarriguren les gustaría hacer algo parecido, pero el cielo es gris la mayor parte del tiempo, y sobre todo ¡no tienen azotea!